En ocasiones me da angustia existencial porque siento que los temas sobre sexo se agotan y pienso que no tendré que escribir, ¿Qué voy a hacer? y etc., pero sale el sol y, mágicamente, llegan a mí 100 temas más para suerte de ustedes y felicidad de #sinrecato.
Hoy, les hablaré de la ansiosexualidad que se ha definido como la inhibición del deseo sexual, asociado con un estado de ansiedad; es decir, que el sexo te produce ansiedad, o que, en algunos momentos, cuando las personas están bajo mucha presión, o estrés, el deseo se pierde.
Los trastornos de la ansiedad son uno de los problemas psicológicos que más afectan a las personas en esta época, donde la salud mental ha sido la más golpeada. De acuerdo con los psicólogos, la ansiedad se ha trasladado a muchas esferas del ser humano e incluso a la sexualidad.
La ansiedad, en términos psicológicos, es una respuesta evolutiva que nos permite ponernos en alerta cuando existe algún peligro; es decir, es un método de defensa instintivo cuyo objetivo es lograr sobrevivir.
La psicóloga Iría Reguera explica: “Uno de los problemas de los trastornos de ansiedad es que nuestro cuerpo no interpreta bien los elementos que nos generan sensación de peligro, o lanza las señales de ansiedad en momentos que no son necesarios”.
De acuerdo con esta interpretación el cuerpo se activa para evitar un peligro que no existe y lo que era una respuesta para sobrevivir se convierte con el tiempo en un trastorno.
Quiere decir que la solo idea del sexo genera ansiedad y puede ser provocada por diferentes motivos de acuerdo con la psicóloga Reguera y son:
- Baja autoestima que genera inseguridades en las relaciones sexuales.
- Desconocimiento sexual.
- Poca o falta de comunicación con tú pareja.
También hay otro tipo de ansiosexualidad que está relacionada con el estrés o la ansiedad y que pasa lo contrario. No es que el sexo les provoque ansiedad es más bien que el estrés les impide tener sexo.
Mamén Jiménez, sexóloga y psicóloga comenta al respecto: “El estrés es la kryptonita del deseo y el placer; así que es más comprensible que en ciertas épocas de tú vida cualquiera pueda ser ansiosexual y el sexo pase a formar parte de algo terciario en nuestra vida”.
El estrés es la respuesta del cuerpo ante el peligro, y lo primero que desaparece bajo esas circunstancias es el deseo. Cuando una persona está bajo mucho estrés, nuestro organismo apaga el sector erótico para prestar atención a esa situación en la que está enfocado y que siente la necesidad de solucionar de manera inmediata.
La buena noticia es que si hay solución para esos periodos de bajo deseo sexual provocados por estados de estrés. La psicóloga Jiménez tiene varias claves que mejorarían esta condición:
- Relajación
- Priorización
- Organización
- Tiempo en pareja
La experta recomienda alimentar el deseo para recuperarlo y así lograr que los niveles de ansiedad bajen gradualmente. La mayoría de los casos de ansiosexualidad son ocasionales y se relacionan con una etapa en la que están sometidos a mucho estrés, pero puede ocurrir que el problema se convierte en algo crónico y progresivo.
Cuando la situación se sale de control, lo mejor es acudir a un especialista, que valore el caso en particular y les ofrezca las herramientas para solucionar el problema y recuperar su vida sexual e incluso mejorarla.
Es importante conocerse sexualmente, saber que le gusta y que no y como te sientes más cómodo (a) esta es otra manera de quitarle la tensión a los encuentros sexuales y de ir bajando la ansiedad.
El autoconocimiento ayuda a eliminar los obstáculos y es la solución para que disfruten de su sexualidad #sinrecato.
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