Nada alentadoras son las conclusiones de un estudio evaluativo de los sistemas de salud de países en donde tiene presencia la Organización Mundial de la Salud, OMS. A partir de encuestas, aplicadas entre el 7 de marzo y el 2 de abril del presente año, se detectó que en el 70 % de los territorios analizados hay fallas preocupantes en la prestación de servicios asistenciales, en especial los dirigidos a las comunidades vulnerables.
De allí que la OMS insista en la toma de correctivos, de manera urgente, para frenar lo que denomina “perturbaciones que se derivan de las suspensiones y reducciones repentinas de la Asistencia Oficial para el Desarrollo, AOD, destinada a la salud”.
Asegura la organización en su informe, que además contiene recomendaciones para enderezar la ruta hacia un óptimo servicio en materia de salud, que el impacto es preocupante, principalmente, en países de ingreso bajo y medio-bajo.
Reconoce que hay muestras de que en otros países están trabajando para aumentar o reasignar la financiación procedente de fuentes internas y externas alternativas para subsanar las deficiencias.
“Sin embargo, hasta el 24 % de las respuestas de las oficinas de la OMS en los países sugieren que los recortes presupuestarios ya se están plasmando en un aumento de los pagos directos. Es probable que las personas pobres y vulnerables corran el riesgo de ser las más afectadas por estas consecuencias”, advierte la OMS.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS, se refirió a la situación, sobre todo de los recortes en los presupuestos: “Aunque estos recortes suponen una conmoción, también están impulsando una transición acelerada desde la dependencia de la ayuda hacia una autosuficiencia más sostenible basada en los recursos nacionales. Muchos países están solicitando el apoyo de la OMS, y la OMS está trabajando con ellos para determinar y adaptar las medidas más eficaces”.
La organización defendió el estudio precisando que el objetivo era identificar el apoyo urgente que los países necesitan para evitar efectos catastróficos en la salud de las poblaciones y guiar el monitoreo de la rápida evolución de la situación. He aquí las principales conclusiones:
1.Las suspensiones y reducciones de la AOD están perturbando todas las funciones de los sistemas de salud, y las repercusiones más frecuentemente señaladas afectan a la preparación y respuesta ante emergencias sanitarias (70 %), la vigilancia de la salud pública (66 %), la prestación de servicios (58 %), la ayuda humanitaria (56 %), y el personal de la salud y asistencial (54 %).
2.Los servicios de salud están sufriendo perturbaciones generalizadas en al menos un tercio de los países que respondieron, registrándose altos niveles de perturbación en los ámbitos de la detección y respuesta a los brotes, el paludismo, el VIH, la tuberculosis, las infecciones de transmisión sexual, la planificación familiar, y los servicios de salud materno infantil.
3.La naturaleza y la magnitud de las perturbaciones de los servicios son comparables a las observadas durante los períodos álgidos de la pandemia de Covid-19 en algunos entornos.
4.La escasez crítica de medicamentos y productos de salud está dejando a un tercio de los países que respondieron a la encuesta sin productos básicos para las principales áreas de servicio.
5.La interrupción de la AOD ha provocado la pérdida de puestos de trabajo para el personal de salud y asistencial en más de la mitad de los países que respondieron, así como importantes interrupciones en la formación.
6.Los sistemas de información se ven especialmente afectados, ya que se interrumpe la recopilación de datos de salud clave. Más del 40 % de los países experimentaron interrupciones en los sistemas de información clave, incluidos los sistemas colaborativos de vigilancia y emergencia, los sistemas de información para la gestión de la salud, los sistemas de notificación de enfermedades específicas, los sistemas de información de laboratorio y las encuestas de hogares y población.
7.Ochenta y una de las 108 oficinas de la OMS en los países han expresado la necesidad de apoyo en una amplia gama de esferas de la salud, incluida la financiación innovadora y la movilización de recursos, así como la asistencia técnica y el apoyo específicos.
“Dada la rápida evolución del contexto, la OMS monitoreará la situación a lo largo del tiempo y colaborará con la comunidad mundial de la salud, incluidos los asociados y los organismos donantes, para elaborar planes de respuesta urgentes que mitiguen los efectos cada vez mayores en los países y posibiliten una mayor sostenibilidad”, subraya el estudio.
No Comments