Un caso controversial de doble identidad en China tiene a las redes sociales revolucionadas por estos días. Se trata de un hombre que logró engañar a cerca de, supuestamente, mil hombres, haciéndose pasar por mujer para tener relaciones sexuales, usando una peluca y un rústico maquillaje.
Jiao Moumou, de origen chino y de 38 años, se presentaba en las redes sociales como una mujer viuda de 60 años y se hacía llamar Sister Hong. Al comienzo, contactaba a los hombres a través de una aplicación de citas y los convencía de verse en su pequeño apartamento de una habitación, donde tenía instaladas varias cámaras ocultas.
Y aunque todos iban de manera voluntaria a su casa en Nanjing, el delito es que fueron grabados por Sister sin su consentimiento. Estos videos fueron subidos y vendidos a diferentes plataformas como Momo, Telegram, Reddit, X o WeChat.
Todo esto continuó hasta que el pasado 5 de julio, Jiao fue detenido por la policía de Nanjing tras ser descubierto por una de sus víctimas. Un influencer y entrenador de gimnasio hizo la denuncia cuando se reconoció en uno de los videos publicados en línea y de inmediato fue a la policía.
“Mi vida es un desastre y estoy listo para irme de Nanjing y mudarme a otra ciudad”, dijo el influencer a sus seguidores.
Por el momento, se especula que Sister podría enfrentar cadena perpetua o pena de muerte, debido a que desde el 2021, de acuerdo con la Ley de Protección de Información Personal en China, es un delito grave grabar este tipo de actos sin permiso; el delito es producción y difusión de material sexual sin consentimiento.
Jiao subía los videos en grupos privados que él mismo administraba y para acceder debían pagar una suscripción de 150 yuanes (alrededor de 20 dólares estadounidenses).
Lo increíble es que para seducir a sus víctimas no usaba ropa reveladora, todo lo contrario, usaba una falda hasta los tobillos, una blusa manga larga y medias veladas, además de un tapabocas. En los videos usaba un distorsionador de voz y filtros de belleza.
De acuerdo con las autoridades, Jiao en un comienzo no quería obtener ninguna ganancia económica, pero al descubrir que los hombres estaban dispuestos a pagarle, empezó a “facturar” por los encuentros.
En algunos videos que se han difundido en redes sociales, se observa cómo recibe una patilla y otros alimentos, e incluso un televisor. El caso ha generado muchas especulaciones e incluso burlas y rumores sin confirmar, en los que se aseguró que Jiao obligó a algunas víctimas a tener sexo con él. Pero también se dice que muchos hombres se daban cuenta del engaño y regresaban para tener otro encuentro sexual con Sister Hong.
La prensa china también ha revelado que muchos de estos hombres no usaron protección y que la situación afectaría e involucraría a más personas por los posibles contagios de ETS, considerando que muchos de los que frecuentaban a Sister están casados y fueron reconocidos por sus parejas en los videos que están circulando en las redes sociales.
Las opiniones están divididas porque, aunque bien pudieron ser engañados a través de las redes, mi pregunta, y la que se hacen todos, es ¿qué pasaba cuando se veían en persona?, ¿de verdad veían a una mujer?, ¿o más bien es el morbo que los sedujo a estar con alguien que les pedía algo a cambio para estar con ellos?
No sé quién es peor, si la Sister Hong creyendo que iba a pasar por una indefensa mujer para monetizar o los cientos de hombres casados que engañaron a sus esposas con otro hombre que nunca pareció mujer.
Este caso da mucho que pensar en temas de moral, hay quienes rechazan completamente la glorificación que se está viendo en redes de Sister por sus acciones y otros que no pueden dejar de reírse con cada chiste nuevo creado a partir de la situación.
¿Tú qué piensas? Los leo.
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