El deseo cambia por muchas circunstancias o períodos, y es perfectamente normal, no es motivo de preocupación. Hombres y mujeres sienten de diferentes maneras y, obviamente, el cuerpo responde de acuerdo con la edad, estado físico, etc. Cada persona tiene un nivel de deseo de base distinto, el cual se conoce como Deseo Basal.
Digamos que el deseo funciona como la carga de una batería del celular, algunos tienen de base el 100% y, por lo tanto, necesitan tener sexo más veces, mientras que otros tienen una carga de 30% y se sienten satisfechos con menos sexo. La cuestión es que hay muchos factores que interfieren con el deseo como:
- El estrés: tanto físico como mental, es una de las causas más comunes de la disminución del deseo. Cuando el cuerpo experimenta cansancio, tiende a liberar cortisol, una hormona que afecta negativamente la libido.
- Las hormonas: la libido se altera cuando las hormonas están desequilibradas, como ocurre con los niveles bajos de testosterona, el embarazo, el ciclo menstrual, la menopausia y pastillas anticonceptivas, entre otros, que provocan una reducción del deseo.
- La autoestima: no sentirse bien con su apariencia o tener baja autoestima también afecta el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres, porque no se sienten desinhibidos cuando tienen relaciones sexuales.
- Los conflictos: una pareja que está en guerra todo el tiempo, que no se comunica, por supuesto que terminarán por perjudicar su vida sexual y el deseo no solo bajará, sino que desaparecerá.
- La salud: algunas enfermedades como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiacas, tiroides, entre otras afecciones y algunos medicamentos también afectan el deseo sexual.
- El consumo excesivo del alcohol y de sustancias alucinógenas.
- La rutina es tía del aburrimiento y prima-hermana de la falta de novedad, un trío peligroso que día a día afecta la libido.
Un estudio publicado en International Journal of Impotence Research analizó cómo afecta la intimidad emocional a un grupo de ambos sexos con problemas de satisfacción sexual (SS) y de excitación sexual (SAP).
Los investigadores les preguntaron a 193 personas -97 hombres y 96 mujeres-, sobre estos dos temas, y encontraron que quienes estaban más satisfechos con su intimidad también estaban más conformes con sus características físicas. Y, por el contrario, quienes estaban insatisfechos con su aspecto tenían niveles más altos de distracción cognitiva por la apariencia física de los demás.
En todo el mundo, la disfunción sexual afecta a más de la mitad de las personas con esquizofrenia, de acuerdo con 72 estudios realizados en 33 naciones hasta junio de 2022.
El análisis global encontró que hay una prevalencia de disfunciones sexuales del 56,4 % en mujeres y hombres. Los hombres presentaron disfunción eréctil en un 41 % y pérdida del libido de un 44 %. Las mujeres registraron disfunción del orgasmo en un 28 %, de acuerdo con un estudio publicado en el sitio web de psiquiatría JAMA.
La investigación demostró que en aquellos pacientes que tienen una duración más prolongada de la enfermedad experimentaron con menor frecuencia trastornos eréctiles y encontró una relación entre el tratamiento con antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo y las menores tasas de trastornos de erección y eyaculación.
Cuando una persona entiende por qué su deseo ha disminuido, es importante buscar ayuda de un profesional en salud mental o un sexólogo. De esta manera, se podrían excluir enfermedades crónicas como las causantes de los problemas.
Se concluye que, al involucrar variantes psicológicas y sociales, es posible recibir terapias con el objetivo de disminuir la tensión entre parejas y resolver las emociones negativas.
La psicóloga y sexóloga Lucía Báez, del Centro Argentino de Urología de Buenos Aires, menciona que una de las mejores formas de tratar la pérdida del deseo sexual es fomentar un buen ambiente seguro y libre.
“Se trata de ser auténtico y ser uno mismo. La comodidad, la higiene y el humor son los componentes ideales para avivar un encuentro placentero, incluso degustar comida o vino son estímulos positivos para concretar la predisposición sexual”, concluye Báez.
El deseo varía por épocas y es por eso que es importante conocer el origen y encontrar una solución ante cualquier problema, para que no te quedes con las ganas de disfrutar de tu sexualidad #sinrecato.
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